Quieren desenterrar a los muertos cuando ya no quedan gusanos, juzgar a Franco después de fallecido y lo que no puede ser no puede ser y además es imposible, porque sobre las calaveras se edificó la Constitución de la reconciliación nacional, que habían pedido los comunistas, partido de los fusilado.
La llaman memoria histórica, aunque la memoria es individual, sujeta a recreación, y la historia, la enumeración de matanzas hecha por vencedores.
Nuestra generación aprendió a meterse mano sobre las ruinas del odio.
Acababan de matarse curas y maestros.
Veíamos cruces guardadas por lagartos en los caminos.
Aprendimos a leer en las lápidas y los padres ponían el dedo en los labios cuando les preguntábamos por las señales en las cunetas.
No lo olvidemos.
lunes, 8 de octubre de 2012
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