martes, 21 de abril de 2009

Elecciones de 1936 en España

Ante las elecciones convocadas para febrero de 1936, la derecha no se unió en una coalición general como sí hace la izquierda:
El Frente Popular es la coalición de los socialistas, los comunistas y los que ellos, en su terminología marxista, llaman, izquierdas burguesas, que son los republicanos de izquierda acaudillados por Azaña. Su bandera es proclamarse "antifascistas", lo que es situar a todos los que no entran en su alianza como fascistas y como tales a extinguir.
Gil Robles al frente de la CEDA con la consigna electoral "a por los 300", dice que pretende por sí sólo una mayoría absoluta; como esto es imposible, es una justificación de no haber hecho nada con su victoria en las elecciones de 1933.
Alcalá Zamora pretende ocupar el espacio de centro por medio de Portela Valladares, captando los votos que antes iban al Partido Radical, que para eso ha sido hundido.

El planteamiento de las izquierdas es de guerra civil para tomarse la revancha de su derrota en la revolución y guerra de 1934, reconquistando el poder por la fuerza si no ganan las elecciones. Utilizan el victimismo, planteando la urgencia de liberar a los detenidos y encarcelados por la revolución de 1934. Así recibirán el voto de la CNT. Largo Caballero amenaza con la guerra civil y promete que no serán sólo palabras. Esta amenaza de guerrra civil la reitera machaconamente en muchos otros textos que forman el contexto de éste texto, por consiguiente.


En un mitin en Alicante, el caudillo socialista había proclamado el 19 de enero de 1936:
“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos” (El Liberal, de Bilbao, 20 de enero de 1936).

Largo Caballero en Linares en otro mitin el 20.01.1936:
“... la clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución”.

El 10.02.1936, en el Cinema Europa, Largo Caballero insistía:
“... la transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas... estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia”.

El 1 de noviembre de 1933:
“En las elecciones de abril (1931), los socialistas renunciaron a vengarse de sus enemigos y respetaron vidas y haciendas; que no esperen esa generosidad en nuestro próximo triunfo. La generosidad no es arma buena. La consolidación de un régimen exige hechos que repugnan, pero que luego justifica la Historia”. “Vamos a la Revolución social. ¿Como? (una voz del público: como en Rusia) No nos asusta eso…Habrá que expropiar a la burguesía por la violencia”. “Tenemos que recorrer un periodo de transición hasta el socialismo integral, y ese período es la dictadura del proletariado, hacia la cual vamos. Había que “preparar la ofensiva socialista”. Largo Caballero, Discursos a los trabajadores, Barcelona, Fontamara, 1979, p.151-2. M. de Coca, Anticaballero, Madrid, Centro, 1975, p.85 y ss. M. Tuñón de Lara, La crisis del estado: dictadura, República, guerra (1923-1939), Barcelona, Labor, 1986, p. 129,170.

“Si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución… tendremos que conquistarlo de otra manera”. (febrero de 1933). Largo Caballero, Escritos de la República, Pablo Iglesias, 1985, p.34-5.

-El 23-11-31 Largo, entonces Ministro de Trabajo, ante la posibilidad de que las Cortes se disolviesen por no tener mayoría, amenaza: “Ese intento sólo sería la señal para que el PSOE y la UGT lo considerasen como una provocación y se lanzasen incluso a un nuevo movimiento revolucionario. No puedo aceptar la posibilidad, que sería un reto al partido, y que nos obligaría a ir a una guerra civil”. Acta de sesiones del Parlamento. El Debate, 24-11-31, Madrid.

- “Antes de la República creí que no era posible realizar una obra socialista en la democracia burguesa. Después de veintitantos meses en el gobierno... si tenía alguna duda sobre ello, ha desaparecido. Es imposible". (Agosto de 1933, en la Escuela de Torrelodones). FPI, XIII, p .452, El Socialista, 16-8-33.

- “Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aun los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Más no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No, simplemente decirle a la clase obrera que debe preparase… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista”. El Socialista, 9-11-33.

- “Cuando el Frente Popular se derrumbe, como se derrumbará sin duda, el triunfo del proletariado será indiscutible. Entonces estableceremos la dictadura del proletariado, lo que… quiere decir la represión… de las clases capitalistas y burguesas”. 24-5-36, en Cádiz, tras la victoria del Frente Popular. El socialista, 26-5-36. H. Thomas, La guerra civil española, Grijalbo, Barcelona, 1976, p. 203.

- “Hay que apoderarse del poder político; pero la revolución se hace violentamente: luchando, y no con discursos”. Congreso de las Juventudes Socialistas. R. Calaf Masachs, Revolución del 34 en Asturias, Fundación José Barreiro, Oviedo, 1984, p. 57.

- “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad”. (Verano de 1934 en Ginebra). M. Martínez Aguiar, ¿a dónde va el Estado español?, Madrid, p.135.

- “Nuestro partido, es ideológicamente, tácticamente, un partido revolucionario... cree que debe desaparecer este régimen". Mitin en el Cinema Europa de Madrid (1-10-34).

- “Un recuerdo para todas las víctimas ocasionadas por la represión brutal de octubre … y que prometemos que hemos de vengarlas… No vengo aquí arrepentido de nada… Yo declaro... que, antes de la República, nuestra obligación es traer al socialismo... Hablo de socialismo marxista... socialismo revolucionario... somos socialistas pero socialistas marxistas revolucionarios… Sépanlo bien nuestro amigos y enemigos: la clase trabajadora no renuncia de ninguna manera a la conquista de Poder… de la manera que pueda…La República… no es una institución que nosotros tengamos que arraigar de tal manera que haga imposible el logro de nuestras aspiraciones… Nuestra aspiración es la conquista del poder... ¿Procedimiento? ¡El que podamos emplear!… Parece natural que se aprovechase ahora la ocasión para inutilizar a la clase reaccionaria, para que no pudiera ya levantar cabeza”. El Socialista, 13-1-36. En el cine Europa.

- "El Partido socialista no es un partido reformista (...) cuando ha habido necesidad de romper con la legalidad, sin ningún reparo y sin escrúpulo. El temperamento, la ideología, y la educación de nuestro partido no son para ir al reformismo". Discurso en el XIII Congreso del PSOE, celebrado en 1932, siendo Ministro de Trabajo.

- "El jefe de Acción Popular decía en un discurso a los católicos que los socialistas admitimos la democracia cuando nos conviene, pero cuando no nos conviene tomamos por el camino más corto. Pues bien, yo tengo que decir con franqueza que es verdad. Si la legalidad no nos sirve, si impide nuestro avance, daremos de lado la democracia burguesa e iremos a la conquista del Poder". 13 de noviembre de 1933.

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