jueves, 27 de marzo de 2008

La organización del Levantamiento de 1936




A finales de 1935 altos jefes militares se reunieron para estudiar la conveniencia y posibilidades de un pronunciamiento militar, éste se decidió como reacción a las tendencias “revolucionarias” del Frente Popular (desde febrero de 1936).
En su preparación participaron militares con antecedentes republicanos (como Cabanellas o Queipo de Llano). Al principio Franco se mantuvo a la expectativa, uniéndose posteriormente al levantamiento.
El levantamiento se precipitó con el asesinato de José Calvo Sotelo, jefe del derechista Bloque Nacional, ejecutado por Guardias de Asalto en represalia por el asesinato del teniente Castillo.
Los carlistas, de acuerdo con el general Mola, se incorporaron al levantamiento.

Mola había organizado un golpe militar relámpago para derribar al Gobierno y acabar con el caos existente.
Después del pronunciamiento, el poder lo asumiría un Directorio Militar provisional, presidido por el general Sanjurjo, que sería posteriormente sustituido por un gobierno civil (tan pronto como se restableciera el orden y pudiera consultarse al pueblo sobre la forma de gobierno).
Después, el Ejército retornaría a los cuarteles.

Pero el plan del general Mola fue un rotundo fracaso, los acontecimientos no se ajustaron a lo inicialmente previsto. Lo que iba a ser un golpe fulminante se convirtió en una larga y cruenta Guerra Civil.
También fracasó el levantamiento en el terreno político, pues fue incapaz de impedir que el general Franco, además de la Jefatura del Ejército, asumiera el poder civil como jefe del Estado (cuando sólo había sido nombrado jefe del Gobierno del Estado español y Jefe Nacional del nuevo partido Falange Española Tradicionalista y de las JONS), erigiéndose en "Caudillo" de España vitalicio.
El 2 de septiembre de 1937, víspera de su trágica muerte, el general Mola mantuvo una tensa conversación telefónica con Franco, a quien dijo antes de colgar: "Yo no paso por eso".

Se atribuyó el fracaso de los planes de Mola al retraso de Franco en ponerse al frente del Ejército de Marruecos. No llegó hasta el día 19, cuando la cita era para el 17.
En esos dos días el Gobierno republicano consiguió el control de la escuadra y bloqueó los puertos de Ceuta y Melilla. El transporte de las tropas desde el Norte de África a la Península se demoró hasta la primera quincena de agosto.
La participación del carlismo navarro permitió a Mola resistir en el norte hasta la llegada del Ejército de África.
Para cuando las primeras fuerzas del ejército sublevado llegaron a las proximidades de la Ciudad Universitaria de Madrid, entraban en la capital las Brigadas Internacionales. Todos los intentos de tomar Madrid fueron infructuosos.
Se inició en Melilla (17 de julio de 1936), se extendió por el protectorado marroquí y Franco asegurado su éxito en Canarias voló a Tetuán para tomar el mando de los sublevados. En la península el resultado del levantamiento fue diverso, dependiendo de la fuerza de las organizaciones político-sindicales y de las fuerzas del orden público. Fracasó en Madrid, en Barcelona, en Valencia, Asturias, Santander y el País Vasco (excepto Alava). Triunfó en Zaragoza, Sevilla, Granada, Córdoba, Navarra, Galicia, Castilla la Vieja y León

No hay comentarios: