" Al Pueblo
Movido por mis propios convencimientos y solicitado por numerosos amigos, mantengo mi candidatura para Diputado á Cortes por esta circunscripción.
No tengo programa porque no caben mis aspiraciones en ninguno de los conocidos, pero he aquí cuales son mis propósitos:
Acción revolucionaria dentro y fuera del Parlamento, para reaccionar el espíritu público, concordar las tendencias radicales de las masas populares, encauzarlas hacia el fin de una pro-funda transformación social, intentando realizar:
En lo político la sustitución de la monarquía por una república democrática, radical, refor-madora, que disminuya en lo posible y á cada momento la tiranía de los poderes públicos.
En lo religioso la separación de la iglesia y del Estado, la secularización de la sociedad y la enseñanza, la expulsión de las órdenes monásticas y la desamortización é incautación de los bienes detentados por aquellas, procurando absoluta libertad de cultos fundada en la tolerancia recíproca de ideas y sentimientos.
En lo económico el establecimiento de una administración autónoma para las entidades re-gionales y municipales que forman la nación.
En lo social garantizar contra las arbitrariedades del poder el derecho de asociación para cumplir fines humanos, sustraer en lo posible el trabajo á la explotación del capital consagrar el derecho á la vida de todo ser humano, suprimir toda tributación impuesta al jornalero, establecer oficialmente la jornada de las 8 horas cada día y 48 cada semana, proteger al proletariado en sus luchas por la propia emancipación, reconocer la justicia y legalidad de sus aspiraciones funda-mentales, ser su verbo y su mandatario en las Cortes.
A este plan ajustaré mi conducta en el Parlamento.
Y fuera del Parlamento consagraré mis energías á fomentar las organizaciones obreras y á procurar la reconstitución y agrupación de las fuerzas democráticas, en un gran partido republi-cano, radical en lo político, socialista en lo económico, revolucionario en todas las manifesta-ciones de su vida, más atento á captarse voluntades y á formar conciencias que á conquistar el poder.
Entrego mi candidatura á la voluntad del pueblo.
Más que vencer y que procurarme el amparo de una inmunidad protectora, importarme con-tar fuerzas, despertar energías, sacar de su aislamiento á los abatidos y de su postración á los desesperados.
Si queremos vencer, venceremos.
A la lucha, pues, y contad de antemano con mi renuncia al cargo si mañana me la exigiéseis ó si la experiencia me convenciese de impotencia para avanzar en el camino del porvenir.
Salud y revolución.
Alejandro Lerroux y García
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