miércoles, 29 de abril de 2015

Salvador de Madariaga


APUNTES BIOGRÁFICOS
- Escritor y diplomático español, nacido en La Coruña (1886) y fallecido en Locarno, Suiza (1978). Estudió ingeniería en Madrid y París y practicó algún tiempo la profesión en España (1911-16). Dedicado al periodismo, lo cultivó en Londres (1916-21), donde fue redactor de The Times, y Ginebra (1922-31), donde estuvo adscrito al secretariado de la Sociedad de Naciones.
- Fue delegado de España en esta organización, embajador en Estados Unidos (1931) y en Francia (1932-34) y ministro de Instrucción Pública y Justicia (1934). Entre 1928 y 1931 explicó literatura española en Oxford y en México.
- Ministro de Instrucción Pública y Justicia (1934), tras el reinicio de la guerra civil en 1936 se exilió de ambos bandos, residiendo en Francia y el Reino Unido. En 1972 fijó su residencia en el cantón suizo de Ticino.
- Fue uno de los principales exponentes del liberalismo europeo. De hecho, llegó a ser presidente honorario de la Internacional Liberal.
- El 17 de julio del 32, el PSOE publica un manifiesto en que acusaba al Partido Radical de Lerroux de propósitos dictatoriales, anunciaba la violencia en tal caso y advertía que “no había terminado aún” la revolución iniciada con la caída de la monarquía. Madariaga considera (así lo recoge en su obra España) que el texto socialista contiene “en líneas generales, la política que iba a llevarle, y con él a España, al desastre de 1934”.
- Madariaga consideraba como la gran causa de la guerra civil la división interna del PSOE, que en esta época se encontraba al borde de la escisión entre los partidarios de Largo Caballero, por un lado; los de Indalecio Prieto, por otro; y los de Julián Besteiro, este último siempre marginado por los dos anteriores por su carácter más moderado.
- El diario Claridad, perteneciente al PSOE, publicó el 7 de febrero de 1937: “Proporciona esta seguridad el conocimiento de la condición moral de tipos como Unamuno, Baroja, Madariaga, etc.. Cada uno lleva un traidor dentro. O una complacencia de meretriz, a elegir”. Lo recoge Manuel Rubio Cabeza en Los intelectuales españoles y el 18 de julio, 1975, ediciones Acervo, p.198.
- Fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1936, aunque no presentó su discurso de ingreso hasta 1976.


ASÍ HABLABA SALVADOR DE MADARIAGA
- “Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936”.
- El clima social en la República tras el nombramiento de Azaña como presidente lo describe así: "Aumentaron, en proporción aterradora, los desórdenes y las violencias, volviendo a elevarse llamaradas y humaredas de iglesias y de conventos hacia el cielo azul, lo único que permanecía sereno en el paisaje español. Continuaron los tumultos en el campo, las invasiones de granjas y heredades, la destrucción del ganado, los incendios de cosechas. En el país pululaban agentes revolucionarios a quienes interesaba mucho menos la reforma agraria que la evolución. Huelgas por doquier, asesinatos de personajes políticos de importancia local. Había entrado el país en una fase francamente revolucionaria".
- Tras entrevistarse con Franco, escribió de él: “Me llamó la atención por su inteligencia concreta y exacta más que original y deslumbrante, así como su tendencia natural a pensar en términos de espíritu público sin ostentación de hacerlo”. (Memorias. Amanecer sin mediodía. Madrid. Espasa-Calpe, 1974).
- “Los monárquicos jamás significaron tanto peligro para la República como los republicanos” (Españoles de mi tiempo. Barcelona, Planeta, 1974).
- “En el fondo, la República murió de falta de republicanos” (Españoles de mi tiempo. Barcelona, Planeta, 1974).
- Sobre la revolución de octubre de 1934 afirmó (en su obra "España", Espasa-Calpe, 1978, pag. 362) que "El alzamiento de 1934 [socialista y anarquista] es imperdonable. La decisión presidencial de llamar al poder a la CEDA era inatacable, inevitable y hasta debida desde hace ya tiempo. El argumento de que el señor Gil Robles intentaba destruir la Constitución para instaurar el fascismo era, a la vez, hipócrita y falso. Hipócrita porque todo el mundo sabia que los socialistas de Largo Caballero estaban arrastrando a los demás a una rebelión contra la Constitución de 1931, sin consideración alguna para lo que se proponía o no el señor Gil Robles; y por otra, a la vista de que el señor Companys y la Generalidad entera violaron también la Constitución."

- Respecto del expolio que el Frente Popular hizo de las obras artísticas del Museo del Prado afirmó... "El cacareado salvamento de los cuadros del Prado, lejos de ser tal salvamento, fue uno de los mayores crímenes que contra la cultura española se han cometido jamás (...). Madrid poseía precisamente la mejor cámara subterránea quizá entonces del mundo para la protección de tesoros artísticos, recién terminada con arreglo a la técnica más moderna a treinta metros de profundidad bajo el Banco de España. A los técnicos ingleses que visitaron España entonces se les enseñó un par de cuadros del Greco enmohecidos por la humedad para hacerles creer que esta cámara subterránea no era suficiente. A la sazón presidente de la Oficina Internacional de Museos de la Sociedad de Naciones, pude estudiar documentación suficiente para asegurar aquí que los cuadros del Museo del Prado no debieron haber salido nunca de Madrid, y que no hubieran salido de no haber predominado en el Gobierno de entonces la pasión política más miserable sobre el respeto a la cultura y al arte".

La represión izquierdista en Madrid  DESPUÉS DE JULIO DE 1936:
En Madrid el 19 de julio y en la iglesia del Rosario de los Padres Dominicos, las turbas izquierdistas interrumpen la misa dominical disparando sobre los asistentes. Aquella misma noche ardieron cincuenta iglesias en la capital, según Hugh Thomas (“The Spanish Civil War”, Penguin Book, Londres, 1.965).
Los hechos luctuosos se sucederán irrefrenablemente. Ese mismo día y en el cementerio de Canillas son asesinados los dos primeros religiosos, pertenecientes a la Congregación de los Padres Paúles en Hortaleza, por llevar sendas sotanas en sus maletas. Siguen tres oficiales asesinados, uno de ellos cuando era trasladado herido en una ambulancia por milicianos de los Carabancheles. La barbarie no queda detenida en la capital, y el mismo 19 la sangre se extiende por los pueblos: tres civiles, entre ellos una mujer de 70 años, son asesinados.
La experiencia de la abortada revolución de octubre de 1934 en Asturias, sirvió –sin duda- al Teniente Coronel de Artillería Rodrigo Gil Ruiz para preparar, a raíz del asesinato de Calvo Sotelo, un arsenal en el Parque de Artillería con 300 proyectiles y 100.000 cartuchos de fusil. Además, a las 13:30 horas del día 18 dicho Teniente Coronel consigue la autorización para la entrega de 5.000 cerrojos de fusil, depositados en el Cuartel de la Montaña, destinados a completar otros tantos fusiles depositados en el Parque de Artillería... destinados a armar a 5.000 milicianos, civiles en definitva.
Pero en el Cuartel de la Montaña había más cerrojos, entre 40.000 y 65.000, y el Coronel Serra, que los custodia, se niega a entregarlos: “... el Cuartel de la Montaña morirá en su puesto antes de entregar uno sólo de los cerrojos de fusil allí depositados”. Para las izquierdas era urgente y prioritario conseguir aquellos cerrojos. Por ende, en el cuartel sublevado se habían ido refugiando civiles (186 falangistas, por ejemplo). Para los resistentes discurre el día 19 entre esperanzas de un auxilio que no llegaría, rechazando parlamentos que pretendían la entrega de los cerrojos. Durante la noche del 19 al 20 las baterías estaban preparadas y la muchedumbre congregada. A un primer ataque de la aviación a las 7.00 horas siguió otro intento de negociación: Rechazado. Se desencadena el ataque de la aviación, las piezas de 75 y 155 mm, el asalto de los milicianos. Hacia las once de la mañana la presión es tal que en el cuartel alzan la bandera blanca... Ciento treinta muertos entre los resistentes (más de la cuarta parte del total eran falangistas: 37), a bayonetazos, hachazos y tiros.
El asalto al Cuartel de la Montaña queda bien resumido con las declaraciones de Enrique Castro Delgado, comandante del 5º Regimiento asaltante (“MILICIA POPULAR – Diario del 5º Regimiento de Milicias Populares”, Año I Nº4, 30 de junio de 1.936):
“Matar... Matar... seguir matando hasta que el cansancio impida matar más... Después... Después construir el socialismo” .
“...alguien comenzó a cantar el “Cara al Sol”. Luego todos. Luego un disparo... luego muchos disparos mezclados con voces de valor y orgullo, de mística y de miedo.”

La orgiástica victoria sobre el Cuartel de la Montaña desencadena una cadena de crímenes en los acuartelamientos de Getafe, Leganés, María Cristina y Campamento: Otros 41 asesinados. Sigue la matanza de religiosos y civiles en los pueblos de Madrid, y así el día 20 son asesinados: un padre y su hijo en Canillas, en Guindalera un anciano de 85 años, diecisiete eclesiásticos en diversos parajes. El General de Caballería Rafael Casas de la Vega nos ofrece, en su “El Terror Madrid 1936” (Editorial Fénix, Madrid, 1994), un exhaustivo estudio sobre este siniestro periodo.

LAS SANGUINARIAS "CHECAS"
Inmediatamente, y aprovechando el gran número de edificios religiosos, colegios o viviendas particulares disponibles a raíz de la persecución y su enajenación, se constituyeron cientos de checas. Sólo en el distrito del Congreso había 54, 55 en Chamberí, 26 en Buenavista, 73 en Universidad, 49 en Palacio,... Algunas checas eran cuartelillos de milicianos, otras sedes de agrupaciones políticas, pero la mayoría eran cárceles donde se interrogaba y condenaba a muerte. Y esta usurpación del poder jurídico al Estado, esta vulneración de los derechos de la ciudadanía es ya de por sí dramática. El General Rafael Casas de la Vega (op. cit.) concluye que de los 8.500 asesinados en Madrid entre julio y diciembre de 1936, unos 3.200 (caídos entre agosto y octubre, antes de las grandes matanzas de Paracuellos) son atribuibles a las checas.

En realidad, la actividad aniquiladora de las checas siguió hasta finales de 1937: 101 asesinados en Carabanchel, 178 en Fuencarral, 160 en Hortaleza, 53 en Usera, 25 en Cercedilla, 113 en Alcalá de Henares, 9 en Meco, 21 en Camarma de Esteruelas, 130 en Aranjuez, 33 en Ciempozuelos, 55 en Getafe, 284 en Chamartín, 124 en Barajas, 414 en Soto de Aldovea, al menos 25 conocidos en Torrejón, 122 en Rivas-Vaciamadrid, 36 en Canillas, 15 en Canillejas, 160 en Bohadilla del Monte, 300 en Aravaca,... Procedimiento habitual de los chequistas era “trasladar” a los presos fuera de Madrid y fusilarlos de noche en algún cementerio, donde luego se los encontraban y sepultaban los atónitos vecinos: caso de 52 guardias civiles, sacados de la checa de Spartacus (C./ Santa Engracia, 18), y asesinados el 22 de noviembre en las tapias del Cementerio Este. Eran los “paseos”, con los que tanto parecía disfrutar aquella caterva de desalmados izquierdistas.

Tomando como ejemplo la Checa de Bellas Artes se ha conocido que sus “tribunales”, capacitados para emitir sentencias firmes e inapelables, estaban constituidos por miembros de los partidos representados en el Frente Popular (Partido Socialista, Partido Comunista, FAI, Unión Republicana, Sindicalistas, Izquierda Republicana, UGT, CNT, Juventudes Socialistas Unificadas, Juventudes Libertarias). Aparte de los milicianos armados, había un retén de 25 guardias de seguridad al mando de un sargento, lo que demuestra la conformidad del gobierno republicano en estos crímenes.

Si la sentencia era de culpabilidad, para evitar sospechas e inculpaciones posteriores, se escribía en la misma la palabra “libertad” seguida de un punto. Al salir a la calle el inocente condenado era detenido por unos milicianos, conducido a algún apartado lugar y fusilado. Existían además unas “brigadillas” de milicianos autorizadas para registrar viviendas particulares, confiscar bienes, detener sin mandamiento judicial alguno y –por supuesto- asesinar a quien les pareciera.

No podía faltar en el funcionamiento y organización de las checas el aspecto económico, como es lógico teniendo en cuenta la codicia de aquellas gentes. En la caja de la Checa de Fomento de Madrid, el 12 de noviembre de 1936 había : 1.750.000 pesetas en efectivo, 600.000 pesetas en oro amonedado, 460 cajas llenas de objetos de valor. En fin, bajo el odio político no sólo se detenía y asesinaba a la ciudadanía, sino que se aprovechaba para expoliarles y enriquecerse. Y no podía faltar el más sofisticado repertorio de torturas.

El Alzamiento de julio de 1936 conlleva la insurrección de varios acuartelamientos, además del de La Montaña. Ante la ausencia del auxilio exterior fracasa el pronunciamiento en todos ellos. Los sublevados que no fueron asesinados sobre el terreno (Getafe, La Montaña, Leganés, María Cristina, Campamento,...), serán confinados en las siguientes cárceles, en todas ellas se producirían sacas de presos: La Modelo (mínimo 1.024 fusilados), Porlier (778 como mínimo), San Antón (722 como mínimo) y Ventas (al menos 381). El mayor número de “paseados” ocurriría en noviembre, período en el que Santiago Carrillo era responsable de Orden Público: 2.530.

En la cárcel Modelo hasta el 17 de agosto de 1936 los presos eran vigilados por funcionarios del Cuerpo de Prisiones. Pero ese mismo día entraron los milicianos a cachearlos vejatoriamente, operación que se repetiría el día 20: Cacheos autorizados por el Director General de Seguridad Manuel Muñoz, acordados por la checa de Fomento y dirigidos por el anarquista Felipe Emilio Sandoval (delincuente común excarcelado unos días antes). Y el 22 elementos de la CNT y FAI prendieron fuego a la tahona, se abrieron las puertas para que entraran los bomberos, aprovechando para la fuga los presos comunes; al tiempo comienzan las ráfagas de ametralladora desde las casas colindantes contra los políticos. La turba izquierdista comenzó a “juzgar” aquella misma noche, dentro de la cárcel, a los 6 presos políticos de más relevancia: Todos fueron asesinados allí mismo. Esa misma noche cayeron otros 21.

Pero la primera saca de La Modelo no ocurriría hasta el 25 de octubre, cuando 80 presos son asesinados bajo falsas ordenes de “libertad” o “traslado.” Segunda "saca", el 4 de noviembre, con dieciséis asesinados. Todavía estaban por llegar las cuatro mayores "sacas".

Por lo que respecta al penal de Ventas, las sacas comenzaron el 14 y 15 de septiembre: 10 hombres. Siguen las del 17, 19, 20, 21, 23 y 24: Con un número relativamente bajo de represaliados. Pero el 28 de noviembre se sacan 48 hombres. Y el 30 del mismo mes otros sesenta. Entre el 2 y el 3 de diciembre, otros 110. Entre otros, contamos con el testimonio del Policía Álvaro Marasa Barasa, a quien Serrano Poncela confío una “orden de libertad” (finales de noviembre) para ocho detenidos en Ventas:

“... Llegados a la explanada donde las milicias acostumbran a asesinar a los detenidos, ordenan a éstos que bajen de la camioneta y, a unos quince metros de la carretera, seis o siete milicianos efectúan varias descargas sobre el grupo de presos y luego Rascón da los tiros de gracia. Una vez efectuado esto vuelven a los coches y camionetas, abandonando allí los cadáveres. Había una gran zanja a la derecha de la explanada donde supone serían enterrados por varias personas que ya se encontraban en la explanada cuando llegaron los coches... (“Causa General,” ff. 78-78).

UNA REPRESIÓN PREMEDITADA
La brutal represión que llevaron a cabo las izquierdas contra todo aquel que no pensase como ellas estuvo perfectamente ordenada y diseñada desde las más altas instancias del Frente Popular. Así lo demuestran, entre otros muchos, los siguientes testimonios:

- "...nos hemos preocupado un poco por limpiar la retaguardia. Es difícil asegurar que en Madrid está liquidada la Quinta Columna, pero lo que si es cierto es que allí se han dado los golpes más fuertes...y esto se debe a la preocupación del Partido y al trabajo abnegado, constante, de dos camaradas nuevos,... el camarada Carrillo, cuando fue Consejero de Orden Público, y el camarada Cazorla,...". Declaraciones publicadas de Francisco Antón en "Discursos pronunciados en el Pleno Ampliado del Comité Central del Partido Comunista de España, celebrado en Valencia los días 7 y 8 de Marzo de 1937." (Biblioteca Central Militar. Armario Especial. Signatura 1.048).


- "Habrá diez mil quinientos (refiriéndose a la población "penal" en Madrid) pero dentro de muy pocos días solamente tienen que quedar quinientos...". Réplica del Ministro de Justicia (Juan García Oliver) al Secretario Técnico de Prisiones (Antonio Fernández Martínez), según declaraciones de Manuel Guerrero Blanco (funcionario del Ministerio de Justicia) en AHN-CG 1526 (2), Ramo Nº 3, Folio 34.

No hay comentarios: